Durante más de 50 años el Señor Gimeno consolida el prestigio de la empresa a nivel nacional, a pesar de las grandes transformaciones históricas ocurridas en aquel entonces, hasta llegar al punto en que la popularidad del estanco empieza a traspasar fronteras. En los años setenta el fundador de la empresa fallece y la dirección del negocio es asumida por su yerno Pedro Canals y su hija Carmen Gimeno.
Las dos siguientes décadas son escenarios de acontecimientos importantes. Con ocasión del mundial de fútbol de 1982, Barcelona es una de las sedes principales del evento deportivo y un fenómeno turístico, imprevisible por sus consecuencias, surge espontáneamente: las Ramblas multiplican su esencia vital y vuelven a constituirse en el eje de la ciudad. Sus comercios, entre los que sigue destacando Gimeno, viven una época de esplendor.
En 1992, Barcelona es designada sede de los juegos Olímpicos. La ciudad se reforma completamente y el turismo se convierte en elemento constitutivo dela identidad local. Estos nuevos impulsos se transmiten directamente a la tabaquería Gimeno que, por la calidad de su servicio, surtido de existencias y situación estratégica, llega a ser en la actualidad estandarte mundial del mercado de los habanos.
La tercera generación ve a Mª Carmen Canals, nieta de Francisco Gimeno, tomar las riendas del negocio al lado de su esposo Domingo Vila-Puig, quien ha consolidado la reputación de la tienda desde los años Noventa, hasta erigirla en una firma de gran reconocimiento y prestigio dentro de su especialidad: la primera cava natural para la conservación de puros en España sigue siendo hoy una referencia a nivel nacional e internacional.
Con ocasión del centésimo aniversario de la fundación de la tienda, el actual propietario Domingo decide renovar su imagen: la antigua Casa Gimeno pasa a llamarse Domingo Cigars. Quienes llegan a La Rambla 100, en busca de géneros de tabaco o de una edición limitada de habanos, son atendidos por un equipo que trabaja con gran pasión y profesionalidad. Porque Domingo Cigars, desde 1920, es ante todo una empresa hecha por personas.